Ayer los alumnos y alumnas de mi cole (de 1er curso a 6º curso) participaron en un "obradoiro" saludable integrado en la campaña "Ponlle as pilas ao teu bocata".
Es una campaña de la Xunta, cuyo objetivo (según la Consellería del Mar) es fomentar el consumo de conservas en el recreo y la merienda de los escolares, y transmitirles la importancia de las conservas de pescado y moluscos en su dieta. Si observamos un poco a los escolares en el recreo observaremos que sus meriendas no son nada saludables (pasteles o bollos industriales, galletas, bolsas de snacks...). Sería mucho más saludable un pequeño bocadillo o una fruta, pero hace falta concienciar y sensibilizar de la importancia del cuidado de la alimentación.
La actividad consistió en un taller didáctico en el que trabajaron de manera lúdica y con actividades muy entretenidas conocimientos y aspectos de las distintas especies de pescados y moluscos y sus aportes nutricionales. Posteriormente, los niños elaboraron sus propios bocadillos para el recreo eligiendo entre un montón de alimentos: atún, sardinas, mejillones, lechuga, tomate, queso, aceitunas, maíz, zanahoria...
Aunque posiblemente, esta actividad, persiga el fomento del consumo de conservas mejorando así la situación de la industria conservera... en nuestro cole tuvo mucha aceptación por parte de los niños. Todos realizaron su mini bocata y daba gusto ver cómo se atrevían a probar alimentos nuevos y desconocidos en sus dietas. La actividad resultó un éxito.
¡Ahora nos queda comprobar en los recreos si surgió efecto y se animan a traer sus bocatas de casa, sustituyendo sus antiguas meriendas!
Kris
30 comentarios:
Gracias por hacernos partícipes de las campañas actuales. Los que no tenemos contacto con estos niveles necesitamos que alguien nos informe.
Me parece interesante la idea, pero un poco difícil de implantar entre chicos que quieren jugar o estar un rato con sus amigos en el recreo.
Sería necesario proponer un rato tranquilo para realizar un almuerzo correcto y después dejar a los chavales que disfruten de un rato de descanso. De esta manera no restan tiempo ni al tentempié ni al ocio.
Un saludo
Susana CR
Seguramente como bien dice la autora del post, la industria conservera quiera aumentar el consumo de conservas. Pero independientemente de la finalidad que estas busquen con este proyecto, lo que me ha gustado mucho es la aceptación de los niños hacia los productos y que todos los niños cambiaron por un día su merienda de bollería por otra distinta y más saludable.
Como vemos, en muchos casos lo que funciona es sorprender a los alumnos, variar, innovar y poco a poco introducir alimentos nuevos en su dieta para que pueda ser lo más variada y equilibrada posible.
Al igual que comenté en un post anterioe de un plato de fruta muy bien presentado, a lso niñso les atraen las cosas neuvas, las sorpresas, de ahí el gran éxito de la merienda en el cole ese día. Por lo tanto creo que los padres en sus casas pueden ser originales mandándole la merienda, claro está que en el cole al estar todos los niños juntos aceptan de mayor gana probar cosas nuevas, ya que unos animan a otros, creo que de alguna manera en el cole se pueden presentar neuvos aliemntos a todos los niñso y que así cambien sus meriendas por otras más saludables.
Acabo de entrar en la página de esta atractiva campaña, “PONLLE AS PILAS AO TEU BOCATA”, y me parece que está muy bien. Aparecen ideas muy sugerentes para crear nuestros bocadillos, además de la información nutricional que cada uno nos aporta.
Me parece muy buena idea que se trabaje esto en el colegio, porque así además de conocer otros tipos de alimentación saludable, los niños aprenden más sobre diferentes especies de pescados y moluscos, con los beneficios que nos aportan. Seguramente muchas especies ni las conocen.
Y finalmente, como proceso constructivo, los niños pueden aplicar lo aprendido creando originales y sanos bocadillos para el recreo. Y como todos participan, pues están más animados y motivados. La “guinda” que pondría el punto final a este proyecto ya es cuando todos los niños observan satisfechos sus propios bocadillos y comparten todos juntos un almuerzo saludable.
Personalmente, pienso igual que mi compañera Susana, en que no debería ser alterado el momento del recreo de los niños. Yo creo que sería mejor desarrollar esta actividad en las clases anteriores al recreo y dejar 10-15 minutos antes para que los niños coman sus bocadillos tranquilos y todos juntos. Luego “cargados de energía” gracias al bocadillo, podrían ir al recreo a jugar. De esta forma comprobamos que todos han comido su bocadillo y se evita lo que sucede muchas veces, sobre todo con los niños pequeños, de que van con el bocadillo a jugar y les cae al suelo o se lo comen deprisa sin masticar bien.
Tras leer los comentarios de mis compañeros, me gustaría señalar que en ningún momento le hemos restado tiempo al recreo de los niños. A lo mejor se entendió mal o me expresé de modo incorrecto. Las clases de ese día en el cole, fueron alteradas y sustituidas por esta actividad, como sucede tantas veces con otras actividades que se realizan en los coles (charlas, presentaciones libros, juegos....). La actividad se realizó en las horas previas al recreo,en el aula multiusos el taller didáctico, y en el comedor del centro, la elaboración de los bocatas, con lo cual, los niños salieron al recreo con sus nuevos conocimientos y con sus medios-bocatas preparados y listos para ingerir. Después tuvieron igualmente su tiempo para jugar y descansar.
Disculpad si me expliqué mal e interpretastéis incorrectamente por ello
Los niños deben tener una alimentación sana para que su crecimiento sea el correcto y además reciban la energía necesaria para continuar con la actividad, no solo física sino cerebral, que requieren durante las jornadas escolares.
Me parece genial la campaña que aparece en este post, pues impulsa el consumo de meriendas durante los recreos, saludables. Es una buena forma para hacer partícipe a los niños para que colaboren en la elaboración de sus meriendas, despertando su interés.
Dejando a un lado la finalidad que persigue La Consellería do Mar, que no es otro que promover el consumo de conservas, contribuyendo a mejorar la industria conservera, esta campaña resulta importante para acercar a los niños/as al consumo de las mismas en el recreo y transmitirles la importancia de consumir conservas de pescado y molusco en la dieta.
Considero que es una buena experiencia para vivir con los niños/as y así cambiar hábitos alimenticios como son: galletas, chocolate, bollería…por otros alimentos saludables como son estas conservas. Además de transmitirles la importancia que tiene comer productos del mar, pues son indispensables en la dieta. Además los niños/as de estas edades se muestran, en algunos casos, reticentes a comer pescado y esta sería una buena forma de ayudarles en su consumo.
Puesto que no es común que los niños/as lleven su bocadillo de conservas, supongo que puede resultar innovador y motivador para ellos, y aún más si son ellos los que pueden preparar su propio bocadillo.
Con lo cual, necesitamos más campañas de este tipo, que impulsen conductas alimenticias en los niños/as saludables para lograr sustituir malos hábitos alimenticios. El momento de merienda de los niños/as supone un importante acto de socialización, y a través de esta experiencia los niños pueden llevar a cabo una situación de disfrute, vivenciando aquello que van a comer y relacionándose con sus compañeros.
La verdad es que me parece una buena actividad ya que los niños se están acostumbrado a tomar bollería en el recreo.
Antes, o al menos cuando yo iba en primaria, nuestros padres siempre nos preparaban el bocata para llevar al recreo, y si no era un bocata era fruta, pero siempre saludable.
Más tarde cuando entramos al instituto, como había cafetería era más fácil llevar dinero y comprarlo, aun que muchos ya pasaron a comer bollería y dejar el buen hábito del bocata.
Ya no es sólo que los niños pequeños tomen bollería (generalmente porque los padres se lo permiten ) es que los más mayores también lo hacen, por vagancia o simplemente porque no quieren comer mejor.
Me parece que esta actividad también se podría llevar a institutos e incluso a universidades, porque no sé si alguien se ha dado cuenta, pero lo primero que se acaba en las máquinas son los kinder bueno, kit kat´s y productos similares, mientras que la fruta y los sándwiches poco se sacan.
Yo soy de que las que opino en la variedad, está la riqueza. Actualmente se incrementa el consumo de diferentes alimentos poco saludables, pero que a los niños les encantan. ¿Y por qué ocurre esto? Pues la respuesta es que comemos por los ojos, ya que la primera impresión que nos transmite esta visión influye nuestra manera de sentirnos receptivos o no a probar determinados sabores.
Por ello si queremos incentivar el consumo de alimentos saludables entre los más pequeños debemos plantearnos como presentárselos para atraer la visión de estos con el objetivo de que se muestren receptivos a probarlas y que sean capaces de distinguir cuales son aquellas que más le gustan. Está claro que con esto no es suficiente, que una buena alimentación es un hábito, pero sin duda con pequeños pasos como este, lograremos que nuestros futuros alumnos adquieran este y con ello coman productos que mejoran su salud.
Sin duda con esta iniciativa conseguiremos que los niños aporten sus nuevas ideas sobre cómo realizar su propio bocadillo para cada día y al mismo tiempo generaremos en ellos el hábito de una alimentación sana.
Por otro lado aprovechando la variedad de alimentos podemos realizar dinámicas sencillas con el objetivo de que distingan los moluscos, de los pescados, de la carne, etc…
En definitiva, me parece una idea estupenda y creo que muchos coles deberían adherirse a este tipo de programas.
Y enlazando el día Universal del Niño y los bocadillos saludables he encontrado un link en la web que aportan diferentes alimentos para que los niños creen su propio bocadillo. Aquí os lo dejo:http://www.intervida.org/es/publicaciones/noticias-intervida/recetas-solidarias-en-el-dia-universal-del-nino
En las familias de la actualidad tenemos la costumbre de mandar de comida para el recreo unas galletas, un bollito o incluso chocolatinas las cuales a los niños les encanta pero a la salud de estos no tanto. Por todo ello, esta actividad que han realizado los niños de primaria me ha parecido de lo más innovador para concienciar a los niños de que estos alimentos no son saludables y que por lo tanto deberían cambiar sus hábitos alimenticios.
En mi opinión, esta actividad está muy bien organizada debido a que los niños viven en propia experiencia lo bueno que es alimentarse con comida sana y aunque se conservada , como bien dice en la explicación, esta es mucho más sana que los alimentos basura con bollos, cookies..
Por todo ello, personalmente me ha encantado esta actividad ya que gracias a ella tanto los niños como los padres podrán aprender a alimentarse mejor entre comidas para tener una buena dieta y por lo tanto una buena salud.
Muy buena esta nueva campaña. Me parece fantástico que los colegios se impliquen en estos tipos de actividades ya que así su alimentación cambiará y cada vez serán más conscientes de su buena alimentación.
Por otro lado, un gran logro de esta actividad fue la implicación por parte de los niños y lo contentos que estarían, como transmite esta compañera.
Podían hacer más actividades así ya que la variedad de sus bocadillos es importante para que estén muy bien alimentados y no les falte nada.
En este caso, está dedicada al consumo de conservas, pero se podían cada día dedicar una hora al consumo de otros alimentos saludables.
Esta campaña es muy positiva ya que incluye una parte teórica, donde los niños se conciencian sobre la necesidad de introducir en su dieta conservas y moluscos, y por otra parte se realiza una actividad muy atractiva para los niños: hacer su propio bocadillo para tomar en el recreo. Sin duda si dejamos que los niños elaboren sus propias comidas se motivarán más y les interesará saber lo bien que saben, por lo cual lo comerán con mayor entusiasmo. Creo que esta opción es muy útil para aquellos niños que tienen problemas a la hora de ingerir determinados alimentos.
Por otra parte me gustaría decir que la presencia de la familia es muy importante en lo que se refiere a la educación alimentaria. En este tipo de campañas debemos intentar cambiar los hábitos alimenticios negativos que muchos padres inculcan a sus hijos, mediante reuniones. La familia debe darse cuenta de lo dañinos que son determinados alimentos y las graves consecuencias que pueden tener en el organismo de sus hijos.
Por otra parte creo que como docentes debemos aportar nuestros conocimientos sobre alimentación tanto a alumnos como a padres para prevenir problemas que puedan surgir a la larga.
Iniciativas así se hacen cada vez más necesarias en la actualidad. Y es que fundamentalmente la comodidad ha llevado a que la mayor parte de las meriendas de los niños se basen en galletas y zumo. Pero como dice la famosas frase “ en la variedad está el gusto” y este es un concepto que los más pequeños deben asimilar.
El primer rechazo que tienen ante productos nuevos o aparentemente no tan apetitosos para ellos, nosotros los padres y profesores lo podemos convertir en descubrimiento, variedad de sabores, olores...
El aprendizaje por descubrimiento que tantas veces nos han enseñado, también lo deberíamos aplicar en la alimentación y dieta de nuestros alumnos.
Creo que iniciativas así funcionan, gustan y enseñan a los más pequeños y, nosotros deberíamos contribuir a que no se quedaran en simples iniciativas aisladas y se convirtieran en hábitos saludables.
Rocío González Pérez
Me parece una iniciativa maravillosa para enseñarles a los niños que existen más alimentos que la bollería industrial y los aperitivos, como otros compañeros han comentado antes, las empresas de conservas se favorecerán económicamente de esta campaña, pero a pesar de esto es una manera de que los niños prueben alimentos nuevos, alimentos que nosotros disfrutábamos en nuestros recreos y que quizás de otra manera serían más reacios a probar.
Es muy interesante ver que esta iniciativa no solo consta que los niños se hagan los bocadillos con algún alimento en conserva, sino que previamente aprenden sobre el tema, tienen una parte teórica en la que los niños aprenden sobre esta técnica para conservar los alimentos.
Ver esto me ha hecho recordar que yo misma de pequeña siempre le pedía a mi madre que me hiciera bocadillos de sardinas en lata, me ha traído grandes recuerdos y unas ganas inmensas de hacerme yo un bocadillo con conservas. Muchas veces nos olvidamos de los viejos sabores que nos encantaban cuando éramos más pequeños y que hoy en día se están perdiendo y que es una gran pena, puesto que los niños solo necesitan probarlos para comprobar que les gusta, y prueba de ello es la gran aceptación que tuvo esta campaña en el colegio de nuestra compañera.
Este plan ya lo conocía, aunque recientemente. En el Centro escolar donde yo trabajo lo hemos solicitado también y nos ha sido concedido (También lo ha sido el programa “Nunca sen almorzo” y el plan de la fruta; y estamos a la espera de que salga el del pescado fresco). Me parece una idea fantástica el darle ideas a todos los niños y niñas de cómo hacer un bocadillo diferente, a la par que más nutritivo. Creo que es una forma de aprendizaje significativo, que es “impartido” por otras personas, pero con la experiencia de vivenciar la actividad.
Manuel Borrajo Fernández
Me he quedado sorprendida con este plan, no lo conocía. Recientemente en mi escuela se ha aprobado el plan de la fruta, se le va a proporcionar a cada alumno una pieza de fruta de temporada durante un trimestre con el objetivo de que coman por lo menos una pieza de fruta diaria...
Todas estas campañas me parecen súper útiles, pero he de reconocer que algunas son más fáciles y más adecuadas al momento "recreo" y creo que un bocadillo de conservas no es muy práctico para comer a las doce de la mañana, en especial por niños pequeños, pues es un poco pesado para esa hora... y se pasarían los 30 minutos comiendo en lugar de comer en cinco minutos y disfrutar un poco del juego.
Aunque la medida es para promocionar la industria conservera, me parece útil que los niños aprendan a comer de todo y campañas de este estilo pueden ser beneficiosas para lograr ese objetivo.
Considero que esta es una iniciativa maravillosa. Yo pude comprobar en el colegio de mi madre, que a la hora de la merienda en el aula de infantil lo que más abundan son los dulces, tanto los típicos kínder, como las galletas, chocolatinas, etc. Pocos son los niños que llevan el típico yogur o su bocadillo. Y muchas madres, tras decirles que a los niños con tomarse un bocadillo a media mañana o una pieza de fruta y un yogur les sobra, se sienten ofendidas y atacadas considerando que la profesora no es nadie para decidir como tienen que alimentar a sus hijos, haciendo por tanto caso omiso de las indicaciones de esta.
Y hacer esta actividad con los niños puede solucionar esta situación, los niños probarán nuevos sabores que pueden resultar muy atractivos en un bocadillo (atún, mejillones, caballa…) pudiendo combinarlos con una hoja de lechuga o una rodaja de tomate. Al probar estos sabores y ver que les gustan, muchos de los niños se lo comentarán a sus padres y posiblemente en los días próximos a la realización de esta actividad traigan estos bocadillos.
Además, el hecho de que algunos niños lleven algo que , por desgracia, sería innovador , hará que los niños con madres reacias al cambio de las meriendas pidan a sus madres estos bocadillos y así estas por la presión ejercida por sus hijos puede que se apunten también a dicha iniciativa.
Creo que antes de enseñar a los niños está enseñar a los padres a alimentar a sus hijos. Pero en fin, ritmos de trabajo, comodidad, caprichos, tener la seguridad de que tu hijo se tome la merienda...
Son algunos de los factores que hacen muy difícil una alimentación sana.
Está muy bien que inciten a los niños a probar cosas nuevas y que la respuesta haya sido tan buena. Veremos si la de los padres es igual.
Me parece una buena campaña, porque aunque yo tuve suerte y en el recreo, el colegio nos daba siempre fruta, sé que hay en muchos colegios que esto no ocurre y que en vez de esto los niños llevan comida al recreo (que no suele ser saludable) o compran en las cafeterías comida (que tampoco suele ser saludable). Aunque, lo que también creo es que lo importante es concienciar a los padres (a través de charlas, por ejemplo, en las que les explicasen los problemas de que los niños no coman comida saludable), porque son ellos los que les dan de comer a los niños día a día, pero sí que es una buena manera de empezar, ya que los niños suelen comentar lo que hicieron en el cole y así cuando se lo contasen los padres verían que es importante que cuiden la alimentación de sus hijos.
La verdad es que me parece una buena idea intentar eliminar las meriendas poco saludables de los escolares.
También es cierto que la culpa no es de los alumnos/as, sino también de los padres que en muchas ocasiones, bien sea por comodidad o por falta de tiempo, prefieren mandar un bollo en lugar de preparar una merienda más saludable.
De todos modos, me parece muy interesante la campaña. Ahora los niños han descubierto nuevos alimentos que les gustan e intentarán que sus padres los incluyan, a partir de ese momento, en la merienda.
Ya nos contarás si surte efecto o no.
Al igual que al resto de mis compañeros, considero que es una buena iniciativa ya que no sólo estamos educando el paladar de los niños, sino que también estamos transmitiendo el mensaje de la comida saludable a los padres de estos niños.
Últimamente he podido observar, al estar haciendo un trabajo en el colegio, que los niños llevan para merendar alimentos que sólo se deberían de comer esporádicamente como: bollos, chucherías, patatillas…
Los niños no comerían estas “trapalladas” si los padres no les dieran un euro para comprárselas en la cafetería del colegio. Lo que deberían de hacer es prepararles un bocadillo de embutido o bien de conservas como se ve reflejado en esta propuesta.
Es necesario hacer hincapié en este tema y trabajar con campañas para que los niños tomen conciencia de lo importante que es comer bien para crecer fuertes y con salud.
Me parece una gran iniciativa por parte de la Xunta de Galicia el querer potenciar entre los más pequeños el consumo de productos marinos. ¿Y qué mejor manera que incluyendo el contenido de latas de conserva en los bocadillos de sus meriendas en el recreo o en el parque? Sardinas, atún, pulpo, mejillones, chocos… Algo diferente en comparación a lo que estamos acostumbrados a ver.
Navegando por la página he descubierto diversos espacios, uno por ejemplo, dedicado a una lista de menús que contienen productos de mar para que los niños se hagan de manera autónoma o con la ayuda de sus padres, ya se sabe a veces los problemas que traen consigo las latas de conserva… Otro incluía videos en los que se proporcionaban consejos para una adecuada alimentación, de manera divertida y dinámica. Además también cuenta con actividades, juegos, imágenes y una unidad didáctica para aquellos colegios que quieren poner en marcha esta campaña.
Volviendo a los objetivos de dicha iniciativa, éstos son fomentar el consumo de productos de origen marino en las meriendas infantiles, además de hacer hincapié en la importancia que poseen para nuestro organismo, dándonos un aporte de energía óptimo. Considero que otro objetivo a conseguir tendría que ser concienciar a los padres sobre lo que comen sus hijos, pues éstos son los principales responsables de su alimentación.
Me parece un proyecto interesante al intentar llevar el pescado a los niños mediante su consumo en conservas.
Desde luego pienso que también es una forma de aumentar el número de ventas de estos productos.
En mi opinión, yo les ofrecería diferentes pescados en la comida y reforzaría el consumo de frutas en la merienda.
Sea como sea, estoy de acuerdo con este tipo de medidas llevadas a cabo en las escuelas, donde fomentemos hábitos de consumo, sanos y equilibrados.
Debemos de tener presente que hay una serie de productos que van a ser de más agrado que otros en un público infantil, pero nuestra labor como docentes es hacerles comprender la importancia de estos productos para una correcta alimentación y nutrición.
AITOR RUIZ RICO 44489967-D EDUCACIÓN PARA LA SALUD 2º.EDU.INF.
Me parece una muy buena iniciativa por parte de la Xunta ya que la mayoría de los niños, y también podemos incluir a los adolescentes, no tienen plena conciencia de cómo comer saludablemente. Como bien han dicho mis compañeros y nos ha explicado la profesora, muchas madres acuden a la hora del recreo al centro escolar para darles a sus hijos algún tipo de bollería, bocadillos de nocilla, etc. lo que supone un error, porque no los están cuidando adecuadamente.
Este proyecto tiene unas finalidades claras. Los niños podrán conocer por su propio pie las beneficiosas cualidades que tienen estos productos para ellos, teniendo la oportunidad de probarlos y seguramente les resulta muy gustoso. Es una buena forma de concienciarlos de que tienen que comer de todo y cabe la posibilidad de que alguno de estos alimentos, después de que los prueben, se conviertan en uno de sus preferidos.
Muy buena idea la campaña que se desenvolverá en el colegio de nuestro compañera, espero que los alumnos/as logren valorar la importancia de ingerir pescado en su dieta diaria, así como las propias familias, que en muchas ocasiones carecen de la concienciación necesaria en cuanto a la alimentación de sus hijos, o por desgracia como ví en un documental hace unas semanas, carecen de medios económicos para comprar alimentos saludables a los niños/as.
Por otro lado, quiero destacar que esta campaña incentivada por la Xunta de Galicia, requiere, para que se cumpla el objetivo claro para el cual fue propuesta, de una buena colaboración entre docentes-alumnos-padres, de tal manera que los profesores amplíen conocimientos sobre estos alimentos con sus discentes, que los discentes se motiven y se alegren de comerlo y finalmente que sus padres se conciencien de su importancia y se lo compren a sus hijos por la semana.
Pienso que es una buena campaña ya que todos sabemos lo importante que es una buena alimentación.
La merienda de los niños en los recreos es cada vez peor, se está substituyendo el bocadillo por bollos o galletas. A pesar de que el objetivo de esta campaña sea fomentar el consumo de conservas, la actividad consistió en que se hiciesen un bocadillo, con lo cual estamos ya mejorando considerablemente la alimentación de los niños.
Como futuros docentes pienso que debemos hacer que los niños descubran nuevos alimentos. Hay muchas comidas que los niños desconocen, ya sea porque desconocen el alimento en sí o porque se le cambia la forma de prepararlo, por ello debemos disfrazar aquellos alimentos que sean menos apetitosos para los niños ( verduras, frutas… ) ponerlo atractivo o condimentarlos de forma distinta. ¡Hagamos que los más pequeños experimenten nuevos sabores!
Esta actividad para los niños me resulta bastante útil y funcional para trabajar en los niños la salud alimenticia. Mediante esta actividad los niños pueden ampliar sus "horizontes alimenticios" abarcando así mayor variedad de alimentos y nutrientes en sus dietas habituales.
Como la actividad dice, es mejor para la salud de los niños que merienden en el cole una fruta o un buen bocadillo que cualquier bollería industrial o bolsa de fritos. Por eso, esta actividad ayudará a los niños a buscar alimentos y conservas para los bocadillos que más les gusten y así fomentar esto en sus casas diciéndoles a sus padres: ¡Mamá para merendar quiero un bocadillo de atún rico en vez de las patatas fritas!
Se espera que las familias cooperen y así los niños aparezcan en el colegio con bocadillos para merendar y no con bollería industrial y fritos que no son nada saludables. Uno de vez en cuando vale, pero todo los días para merendar no es una dieta sana. Es mucho mejor un buen bocadillo!
Me parece una campaña muy positiva y útil por parte de la Xunta de Galicia, para transmitir a los niños lo importante que es una buena alimentación.
Estamos muy acostumbrados a ver a los niños en los recreos con galletas, bolleria industrial,con batidos de chocolate, y son muy pocos los que traen una pieza de fruta, un yogurt, un bocadillo y demás.
Esta campaña ayuda también a los padres que muchas veces son los que por falta de información y por comodidad no le meten fruta ni les hacen un bocadillo a sus hijos, ya que es más cómodo y rápido meterle un batido y una bolsita de galletas sin conocer lo que realmente están comiendo día a día sus hijos.
En el caso de esta actividad, tengo que decir, que yo pensaba y había oído que las conservas no eran nada saludables,como es el caso del embutido cuando viene en envases, por eso me acaba de sorprender que se diga aquí que son sanos para meter en el bocadillo.
También me llamó la atención que los niños participasen tanto, y sobre todo que probasen los alimentos tan fácil, ya que suelen ser propensos a no comer las cosas que a simple vista no conocen.
Como futuros docentes, debemos tener en cuenta estas campañas y actividades ya que nos servirán de mucho durante nuestro aprendizaje y nuestra enseñanza llegado el momento.
Me parece una buena idea la campaña que promueve la Xunta. En la mayoría de los colegios no se controla lo que el niño come en el recreo ya que de hecho lo suelen traer de casa porque se lo preparan sus padres. Y si no lo llevan de casa, siempre les quedará la opción de ir a la tienda de enfrente y comprar algo para saciar el hambre a esas horas.
Tenemos que concienciar a los adultos y a los niños, pero pienso que muchos de ellos siguen el ejemplo o las costumbres de sus padres, de que es importante la buena alimentación. Como ya sabemos, el desayuno es la comida más importante del día ya que nos aporta la energía necesaria para aguantar las duras horas de clase y las actividades. ¿Por qué no hacer lo mismo con el resto de comidas? Lo ideal sería que cada niño trajese su fruta al recreo, acompañada con un bocadillo o con un yogurt. Y seguro que si lo hacen la mayoría de sus compañeros, él también lo hará.
Me parece una gran campaña la llevada a cabo en este colegio. Cada vez los niños comen más “trapalladas” y menos comida.
A menudo los niños llevan para comer a media mañana un bollicao, cañas de chocolate o cualquier otro tipo de bollería o alimentos ricos en grasa. Incluso muchos padres se acercan a llevarles un bocadillo de mortadela o embutido similar al mediodía, por si había pescado y no comieron a gusto en el comedor.
Muchas veces no es concienciar a los niños, sino a los responsables de su alimentación.
Este proyecto llevado a cabo, seguramente se hace por interés, para aumentar la venta de la industria conservera. Pero independientemente de su finalidad, el caso es que lograron por lo menos por un momento que los niños comiesen más saludable.
Espero que esta buena alimentación continúe aunque no se tenga como un proyecto en el colegio. Aun así, donde haya un pescado fresco, que se quiten las conservas.
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