Creamos este blog de blogs coa intención de que sexa un espazo útil para tod@s docentes, pero en especial para @s estudantes do segundo curso de Educación infantil. Nel recolleranse recursos para traballar a Educación para a saúde no aula. Ao ser un blog colaborativo o resultado final resultará da suma e da interrelación do traballo de tod@s. A opinión d@s lector@s tamén é importante; esperamos que as compartades deixando algún comentario.
Un saúdo.
Tratando el pasado día el asunto de los alimentos transgénicos resulta interesante completar la información con el artículo periodístico del periódico El País. Resaltar, como se citó en la clase del pasado miércoles, el primer producto transgénico fue el tomate y surgió en los EEUU. En nuestro país también contamos con dos productos modificados genéticamente, el maíz y la soja.
Un animal transgénico se obtiene inyectando sobre éste un virus con el gen deseado, a raíz de ello se obtienen animales de un tamaño mayor o animales protegidos contra posibles enfermedades.
En el caso concreto del salmón se le introduce un gen perteneciente a otro animal que logra que crezca más rápido, además de triplicarse su tamaño habitual, con el fin de ser comercializado y obtener provecho de ello.
¿Será realmente comida o ciencia lo que pretenden que nos llevemos a la boca? ¿Resultará perjudicial a la larga para nuestra salud a nivel general? ¿Estará lo suficientemente testado como para conocer que no es dañino para el hombre? Cuestiones que únicamente serán resueltas tras haber ingerido alimentos bajo la modificación genética.
Me ha gustado mucho la lectura de este artículo acerca de los alimentos transgénicos. En mi opinión, como profesional del sector de la hostelería, creo que no debemos consumir este tipo de productos por varias razones. En primer lugar poco conocemos los riesgos que pueden ocasionar para el organismo el consumo de estos productos a largo plazo, pues todavía no existe un gran mercado de ellos y no hay demasiados estudios acerca de sus consecuencias. También debemos tener en cuenta, como nos cuenta la noticia, que en muchas ocasiones estos animales se fugan de sus piscifactorías y acaban en la naturaleza exterminando a sus semejantes sin modificar genéticamente, a la par que otras especies del ecosistema local. Esto es una realidad muy preocupante, como denuncia Greenpeace, cuando además sucede en lugares donde toda la comunidad depende de la pesca para poder ganarse la vida. Hay un programa en la cadena Discovery Max titulado “Monstruos de río”. En él, un biólogo aficionado a la pesca recorre el mundo en busca de especies de peces gigantes. Lo curioso del caso es que en varias zonas aparecen peces que no deberían estar ahí, no son autóctonos de la zona, y las consecuencias son la extinción del resto frente a una superpoblación de esta especie. También aparecen mutaciones en los propios peces como desarrollar dientes y volverse carnívoros. Si esto ocurre con especies naturales que son transportadas a otros lugares, ¿Qué ocurriría si fuesen animales transgénicos? También reflexionar sobre qué pasaría si estos animales modificados para sobrevivir a las plagas y a enfermedades víricas, ¿no ocasionarían en respuesta de estos organismos, unos nuevos mucho más fuertes y resistentes a vacunas y antibióticos? ¿Y si estos se pudiesen pasar a los seres humanos? Pienso que la naturaleza ya crea ella misma un propio ecosistema sin necesidad de modificar ni cambiar nada en pro de beneficios económicos para determinadas empresas privadas. Deberían dejar este tipo de ciencia para fines médicos más saludables y beneficiosos para la vida de los seres humanos. También aprovecho para denunciar el maltrato sistemático que reciben los animales en mataderos, granjas de crías y lugares por el estilo, donde verdaderamente el animal no tiene derechos y es desangrado y despellejado en vida bajo los efectos de drogas relajantes, o apiñados y cebados bajo métodos que podrían definirse de tortura. Es muy impactante de ver, aunque sin duda lo es más sufrirlo. No digo que no comamos carne, pero respetemos la vida del animal y démosle una muerte justa y lo menos dolorosa posible. AITOR RUIZ RICO 44489967-D EDUCACIÓN PARA LA SALUD 2º.EDU.INF.
La verdad es que todo lo que suena a “transgénico” suena mal. Yo no conocía mucho la práctica real de los transgénicos aquí. Creo que en el caso del salmón puede ser algo positivo. Pero creo que es algo que no sabremos a ciencia cierta si es positivo o no hasta dentro de bastantes años. Puede haber científicos demostrando tanto una cosa, como la contraria. Mi opinión está basada en que principalmente, pienso que en este tema lo que mueve son intereses comerciales, hacer dinero y ganarlo con mayor simpleza. El efecto para la salud…una incógnita. Creo que a la gente le da bastante reparo el consumir este tipo de productos (cuando conocen que es transgénico, claro), y creo que es todavía mayor el reparo si se trata de un animal (salmón) que de una planta (soja). A mi la idea del salmón transgénico no me gusta…
Resulta realmente alucinante la velocidad a la que avanza la ciencia. Hace un par de décadas atrás resultaría impensable pensar que a un alimento se les atribuyera un gen de otra especie con el objetivo de dotarle de alguna característica de la cual este alimento carece.
Esto podría resultar beneficioso, ya que dispondríamos durante todo el año de alimentos que años atrás sólo los habría en temporada. A pesar de que los transgénicos poseen diversas ventajas, también poseen ciertas desventajas como son: la ausencia de la biodiversidad, un mayor uso de productos tóxicos, sobre todo en el campo de la agricultura. Además, en mi humilde opinión, a lo mejor me equivoco, existe un desconocimiento si estas pequeñas mutaciones en los alimentos influirán negativamente en nuestra salud.
Es evidente que comer alimentos naturales, sin aditivos, resultan más beneficiosos para nuestra salud, puesto que no cuentan con pesticidas, ni aditivos que modifiquen las propiedades naturales de estos. Pero por otro lado el origen de los transgénicos se vinculó, en un principio, con la finalidad de erradicar el hambre en el mundo, pero es evidente que detrás de esta idea que es respaldada por laboratorios en los cuales se mueven millones de beneficios económicos y donde esta idea de combatir el hambre en el mundo se desplazó a un segundo plano.
Por eso no tengo a día de hoy si los transgénicos son malos o buenos. Lo único que a día de hoy que soy consciente que serán buenos o malos en función de uso que se le dé. Está comprobado que la ciencia intenta buscar información y tratar de colaborar para facilitar las cosas al ser humano, pero considero que lo natural es lo mejor, ya que no cuenta con ningún tipo de agente externo que contribuya a modificar las propiedades principales con las que cuentan los alimentos.
El pasado miércoles nuestra clase trató de alimentos transgénicos. Éstos son cualquier sustancia o producto destinado a ser ingerido por los seres humanos o con probabilidad razonable de serlo, tanto si han sido transformados entera o parcialmente como si no. A través de técnicas especializadas se inyecta un gen de otra especie en la natural para lograr en ésta alguna característica de la que carece. El objetivo de manipular el salmón natural, es para conseguir que este pueda seguir creciendo, a pesar de la baja temperatura, que hay en las aguas en las que se mueve y para conseguir que este aumente de tamaño en un período de tiempo más corto, es decir, en un año en vez de tres. En el caso del salmón transgénico, es un problema que preocupa, pues ¿qué pasaría si estos animales modificados genéticamente, se escapasen de sus piscifactorías y entrasen en contacto con las especies naturales? Según este artículo del periódico “El País”, lo que ocurriría es que estas especies naturales terminarían desapareciendo, con lo cual es un problema que afecta y modifica el curso del medio ambiente. Así, tenemos una razón para no querer alimentos transgénicos. Otra causa por la que no comparto la idea de alimentos transgénicos es por desconocer las causas que tiene sobre nuestra salud física, pues no sé si al consumirlo repercute negativamente sobre nuestra salud o no. Considero que quedan muchas más investigaciones científicas que llevar a cabo, para conocer verdaderamente qué efectos negativos produce el consumo de cualquier tipo de alimentos transgénicos. En mi caso, prefiero esperar a conocerlas y evitar su consumo por ahora.
No conocemos exactamente cuáles son las consecuencias de ingerir alimentos transgénicos, pero sin lugar a dudas, mantenerse al margen de ellos es lo más recomendable pues las modificaciones genéticas que se llevan a cabo, evidentemente, no son algo natural y por lo cual el alimento queda alterado. Hoy en día es muy difícil saber qué alimentos son los más beneficiosos para la salud, pero el análisis de ellos nunca viene mal. Es importante tener en cuenta que los alimentos no afectan a todos por igual y eso puede llegar a ser un problema con responsables. Mi negativa hacia los alimentos transgénicos se sustenta en el rechazo que la población muestra hacia ellos constatando que no son necesarios. Por último quiero destacar que la investigación en alimentos de este tipo no me resulta algo primordial ya que se podría invertir en otros que sí sabemos realmente que son buenos para la salud y que no provocarán problemas.
Es cierto que no debemos ser cerrados de mente y que debemos abrirnos a las nuevas investigaciones y avances de la ciencia, por que todos los avances de la ciencia nos ayudarán a mejorar y a facilitar aún más nuestras vidas. Pero también es cierto que no es ético jugar a ser dioses, es decir, jugar con la naturaleza y modificarla a nuestro antojo. Debemos de dejar a la naturaleza seguir su curso intentando inteferir lo menos posible en ella. También pienso, al igual que muchos de mis compañeros, que no sabemos que efectos secundarios o que mal puede hacer al cuerpo humano estos animales transgénicos y puede ser peligroso poner este producto en el mercado sin antes realizar las pruebas necesarias. En mi opinión, debemos de estar abiertos a los nuevos avances de la ciencia siempre y cuando estos avances cumplan las normas estipuladas y no sean malos para nosotros.
Lo cierto es que no conozco muy bien este tema de los alimentos transgénicos, aunque cada vez se escuchan con mayor frecuencia en nuestra sociedad. Por lo menos me resulta curioso que se estén usando genes de otros peces para favorecer un mejor desarrollo del salmón y así tener este pez durante todo el año y no solo en las épcocas que le corresponde, pero ya sabemos que detrás de todo esto hay unos intereses comerciales que mueven el mundo a su antojo, y estos intereses parecen que están llegando al mundo de la alimentación. Lo que más me sorprendió de lo que se habló en el grupo mediano, fué de la cantidad de productos que provienen de EE.UU y que al no superar, creo que eran 0.9, no están obligados a poner en la etiqueta que es a base de productos transgénicos. Dicho esto, si el salmón transgénico pasa los controles oportunos y la ley lo permite por los motivos que sean, depende del consumidor el comprar este tipo de producto o no, lo que no me parece justo es que la sociedad no seas consciente de que otros muchos productos ( que compras pensando que no están alterados de alguna forma) en realidad si están elaborados a base de transgénicos pero la ley al no superar el 0.9 les permite no ponerlo en las etiquetas.
La ciencia avanza a pasos agigantados, y no es extraño que también se involucre en el campo de la alimentación. De esta mezcla salen los alimentos transgénicos, alimentos que contienen en su interior un gen que procede de otra especie y que favorece a su producción, su comercialización u otros aspectos. Está claro que los avances son buenos, pero debemos de saber en qué punto se debe parar, puesto que acabaremos comiendo alimentos totalmente artificiales. Creo que la ciencia puede ayudar muchísimo en el campo de la alimentación puesto que hay avances que favorecen a la sociedad, pero deberíamos de establecer un límite. Da miedo ver la foto que pudimos observar en la clase del pasado miércoles en clase de un salmón transgénico, su tamaño era desorbitado en comparación con un salmón normal. Como bien han dicho otros compañeros, estos avances que están cada vez más a la orden del día, no podemos saber todavía si son perjudiciales o no. Debemos de andar con mucho cuidado, puesto que estamos jugando con nuestra propia salud, nosotros mismos somos los que ingerimos alimentos transgénicos y puede que muchas veces sin ni siquiera saberlo. Personalmente no sabía que el maíz era transgénico por ejemplo. Y como dijo la profesora en varias clases, las productoras de estos alimentos no están obligadas a poner en sus etiquetas que cierto alimento contiene productos transgénicos si no superan un porcentaje establecido, lo cual puede ser muy perjudicial ya que, como comentaba la profesora, si un producto contiene cacahuetes transgénicos y el producto viene de EEUU y el porcentaje es inferior al que establecen para que sea reflejado en las etiquetas, a muchísimas personas les podría ocasionar una reacción alérgica y, poniéndonos en el peor de los casos, la muerte. Creo que el campo de los alimentos transgénicos es un campo que todavía se debería de trabajar y estudiar sus repercusiones a largo plazo en la salud y en el medioambiente, jugamos con nuestro ecosistema y nuestra salud, no es algo que se pueda tomar a la ligera.
Es muy importante estar informado sobre cualquier alimento que ingerimos. Por eso, todo el mundo se debería preocupar por saber lo que come. Los alimentos transgénicos no creo que sean tan necesarios. Además, pueden producir graves problemas, si estos peces o cualquier planta transgénica, se lleva al medio natural porque podrían dañar a los demás animales o plantas que nacen sin ninguna modificación. Claramente, pienso que son mejores los alimentos ecológicos. Si una persona tiene la posibilidad de cuidar animales y todo tipo de legumbres, hortalizas…que lo haga ya que así podrá comer de forma mucho más sana. Interesante el dato de que la mayoría de los ciudadanos no queremos en este caso este salmón transgénico, pero se puede aplicar al resto de alimentos modificados. Entonces si la mayoría no los quiere, pocos consumidores los van a comprar… Esto conlleva a gastar dinero para tanto la investigación como la creación de estos alimentos de una forma innecesaria.
Después de haber leído esta noticia sobre el salmón transgénico y de escuchar en el aula la información sobre este tipo de alimento me ha parecido muy interesante tratar este tema. En mi opinión, pienso que el consumo de este tipo de alimento no es muy adecuado, y como bien dice la noticia “El 61% de europeos rechaza este tipo de alimentos modificados” yo soy una de esas personas. Pienso que estos alimentos no estan investigados del todo para saber si su consumo nos afectará negativamente con el paso del tiempo a nuestro organismo. No obstante, debo admitir, que al igual que el producto del que estamos a hablar podemos decir que existen otros como el trigo que también es un alimento transgénico . este alimento, puede ser más accesible en nuestra vida y lo podemos comer, aunque yo sigo pensando que no se debería comer., o por lo menos no hacer por costumbre este tipo de alimentación transgénica. Además, otra contrariedad que veo en este tipo de alimentos es el efecto negativo que provoca en el medio ambiente. Provocando incluso la desaparición de los productos similares pero que no son transgénicos. Por todo esto, puedo decir que yo no estoy de acuerdo con estos alimentos y soy partidaria de que cuanto menos aparezca en mi alimentación mejor.
El tema de los transgénicos da mucho para debatir. Está bien la idea de los alimentos transgénicos para abastecer a la gran cantidad de población mundial o para contribuir a una buena salud (alimentos transgénicos más bajos en grasas saturadas, por ejemplo).Pero yo creo que todo esto se es guiado principalmente por fines económicos. Y una de las cosas que más me preocupa es el tremendo impacto ecológico que puede causar, como se dice en el artículo. Para mí los mejores son los alimentos naturales, y debe dejarse que la naturaleza siga su curso. En este caso, si no hay salmón transgénico pues tendríamos que espera a que el salmón natural crezca a su ritmo y comer en su lugar otros tipos de pescado. Es verdad que la ciencia ha avanzado mucho y nos ha hecho la vida más fácil; y aún sigue. Pero hay temas más importantes en los que debería investigar, como el de las enfermedades o el medio ambiente. Ante todo la naturaleza estaba antes que el hombre y es muy importante para la vida. Los seres humanos debemos respetarla y no venir simplemente a satisfacer nuestros caprichos sin importarnos el impacto ecológico que causemos. Con este tema de los alimentos transgénicos me vino a la cabeza el problema de la empresa Monsanto y sus productos transgénicos, un asunto que abordé en bachiller con mi profesora de biología. Monsanto es una empresa proveedora de productos químicos para la agricultura, la mayoría herbicidas y transgénicos. Como he visto en un documental, esta compañía genera polémicas alrededor del mundo, pues ha recibido numerosas denuncias sobre perjuicios a la salud, impactos ambientales negativos y el desconocimiento acerca de los efectos que podría producir la alteración genética de los alimentos. Incluso hay investigaciones en las que se ha demostrado que los alimentos genéticamente modificados de Monsanto pueden conducir a graves problemas de salud, como el desarrollo de tumores cancerígenos y defectos congénitos.
La ciencia avanza a pasos gigantescos en todos los campos, el de la alimentación no iba a ser menos. Los alimentos transgénicos son aquellos que incluyen un gen de otra especie. Gracias a la biotecnología se puede transferir un gen de un organismo a otro para dotarle de alguna cualidad especial de la que carece. De este modo, como se explicó en clase, las plantas transgénicas pueden resistir plagas, aguantar mejor las sequías, o resistir mejor algunos herbicidas. Los transgénicos, desde su nacimiento, han suscitado mucha polémica. Por ejemplo la Campaña contra los Transgénicos de Greenpeace en España, cree que la agricultura industrial, la que actualmente se nos vende como aquella que produce alimentos para toda la humanidad, desgraciadamente, está produciendo también muchísimos daños irreversibles. Esta campaña no está en contra de la ciencia del futuro sino en contra de que los transgénicos acaben con el medio ambiente y con nuestra salud, ya que no sabemos cómo afectan a nuestro organismo. Otro factor por el que están en contra es que los riesgos sanitarios no están evaluados por lo que sea cual sea la elección final del consumidor, no está de más saber qué productos contienen organismos modificados genéticamente. Con este objetivo, Greenpeace ha elaborado la "Guía roja y verde de alimentos transgénicos ,es decir, una Guía en la que aparecen dos listas de marcas, productos y fabricantes, situados en Rojo o en Verde en función de su política en materia de transgénicos. En mi opinión deberíamos estar a alerta con estos productos ya que si son capaces de modificar sus genes, ¿qué nos garantiza a nosotros que no modificarán los nuestros si consumimos tales alimentos?
Primeramente, he de decir que no conocía muy bien el proceso o creación más bien de los transgénicos. Después de presenciar la clase magistral, he de decir que no era muy partidaria de probar estos nuevos productos, pero viendo que nos pueden favorecer y ayudar en nuestra alimentación en muchos aspectos le podría dar un voto de confianza a estos productos. En este caso, el País habla del salmón transgénico, salmón que ha sido modificado a través de unas hormonas de crecimiento. El resultado es un salmón atlántico que crece el doble de rápido que su versión natural. No es un salmón gigante, sino que tarda un año y medio (en vez de tres años) en alcanzar el tamaño típico de explotación comercial. Analizando esto, es favorable para el consumo, para los mercados y también para el ecosistema, que renueva su población de salmones con mayor rapidez. Estoy a favor de estas nuevas propuestas siempre y cuando hayan sido testadas científicamente por expertos que nos aseguren que no es dañino para nuestra salud ni que nos va a traer consecuencias a la larga.
Interesante artículo sobre los alimentos transgénicos. No sé mucho sobre este tema pero personalmente no estoy a favor de los alimentos transgénicos, puesto que considero que se pueden obtener alimentos de forma natural sin tener que recurrir a este tipo de alteraciones. Además, no conocemos los daños que estos alimentos pueden ocasionar a nuestro organismo. ¿QUE RIESGOS TIENE CONSUMIR ALIMENTOS TRANSGÉNICOS PARA NUESTRA SALUD?
También he escuchado que con el cultivo de estos alimentos se podría acabar con el HAMBRE en el MUNDO, pero sabemos que esto NO SUCEDERÁ, porque, como siempre, están por medio los puñeteros INTERESES ECONÓMICOS.
Como todos mis compañeros, conozco muy poco sobre los transgénicos y por lo tanto, opinar por opinar no me gusta. Con lo que se explicó el otro día en clase puedo decir casi lo mismo que todos, que puede que el riesgo para nuestra salud no exista y sea mínimo y sinceramente, con toda la basura que comemos, no se por qué preocupa tanto lo de los transgénicos si luego vamos a cenar a Mc Donals. Por otro lado, creo que la naturaleza sigue su curso y que las modificaciones genéticas que busca la ciencia responden a un estilo de vida que no se adecua a la naturaleza. Ese es el problema. Queremos salmón pero somos tantos para comer salmón que necesitamos que crezca más rápido. Además, si ese salmón llega a su hábitat natural y sale de las piscifactorías, ¿Qué pasa? ¿Tendrá algún depredador natural? Así pasará con todos los trangénicos, que irán contribuyendo a la exitnción de especies porque solo cultivaremos las que mejor nos vengan. Y por último tengo que decir que además de por razones medioambientales, si tenemos que comprar semillas transgénicas a una empresa en la que está involucrada Bush, yo no los quiero.
Se supone que los alimentos transgénicos no son perjudiciales para la salud, así nos lo dicen los científicos ocupados de realizar este proceso de cruce entre dos especies. Lo que sucede es que también es algo reciente y todavía no sabemos las consecuencias que podría haber en nuestro organismo y en el medio ambiente, si terminamos aceptando el salmón transgénico.
Habría que añadir que las personas tenemos bastante miedo a lo desconocido. Y en este caso, con los productos transgénicos se ha avanzado mucho con sus investigaciones y, al mismo tiempo, todavía queda mucho por saber.
También se sabe que los productos elaborados, con altas cantidades de grasas, la bollería industrial, etc. Son perjudiciales para la salud, y se siguen consumiendo. La conclusión a la que podemos llegar, es que al final hacemos lo que nos da la gana, y si no sabemos que el salmón es transgénico estaría delicioso y si lo sabemos se diría que es un asco.
Si al final se comercializa este producto, en primer lugar, me parecería imprescindible que el consumidor sepa que el producto que va a consumir es transgénico. En segundo lugar, habría que observar minuciosamente, si realmente la producción de este pez, tiene consecuencias para el medio ambiente y para el consumo humano.
19 comentarios:
Tratando el pasado día el asunto de los alimentos transgénicos resulta interesante completar la información con el artículo periodístico del periódico El País. Resaltar, como se citó en la clase del pasado miércoles, el primer producto transgénico fue el tomate y surgió en los EEUU. En nuestro país también contamos con dos productos modificados genéticamente, el maíz y la soja.
Un animal transgénico se obtiene inyectando sobre éste un virus con el gen deseado, a raíz de ello se obtienen animales de un tamaño mayor o animales protegidos contra posibles enfermedades.
En el caso concreto del salmón se le introduce un gen perteneciente a otro animal que logra que crezca más rápido, además de triplicarse su tamaño habitual, con el fin de ser comercializado y obtener provecho de ello.
¿Será realmente comida o ciencia lo que pretenden que nos llevemos a la boca? ¿Resultará perjudicial a la larga para nuestra salud a nivel general? ¿Estará lo suficientemente testado como para conocer que no es dañino para el hombre?
Cuestiones que únicamente serán resueltas tras haber ingerido alimentos bajo la modificación genética.
Me ha gustado mucho la lectura de este artículo acerca de los alimentos transgénicos.
En mi opinión, como profesional del sector de la hostelería, creo que no debemos consumir este tipo de productos por varias razones.
En primer lugar poco conocemos los riesgos que pueden ocasionar para el organismo el consumo de estos productos a largo plazo, pues todavía no existe un gran mercado de ellos y no hay demasiados estudios acerca de sus consecuencias.
También debemos tener en cuenta, como nos cuenta la noticia, que en muchas ocasiones estos animales se fugan de sus piscifactorías y acaban en la naturaleza exterminando a sus semejantes sin modificar genéticamente, a la par que otras especies del ecosistema local.
Esto es una realidad muy preocupante, como denuncia Greenpeace, cuando además sucede en lugares donde toda la comunidad depende de la pesca para poder ganarse la vida.
Hay un programa en la cadena Discovery Max titulado “Monstruos de río”. En él, un biólogo aficionado a la pesca recorre el mundo en busca de especies de peces gigantes. Lo curioso del caso es que en varias zonas aparecen peces que no deberían estar ahí, no son autóctonos de la zona, y las consecuencias son la extinción del resto frente a una superpoblación de esta especie. También aparecen mutaciones en los propios peces como desarrollar dientes y volverse carnívoros. Si esto ocurre con especies naturales que son transportadas a otros lugares, ¿Qué ocurriría si fuesen animales transgénicos?
También reflexionar sobre qué pasaría si estos animales modificados para sobrevivir a las plagas y a enfermedades víricas, ¿no ocasionarían en respuesta de estos organismos, unos nuevos mucho más fuertes y resistentes a vacunas y antibióticos?
¿Y si estos se pudiesen pasar a los seres humanos?
Pienso que la naturaleza ya crea ella misma un propio ecosistema sin necesidad de modificar ni cambiar nada en pro de beneficios económicos para determinadas empresas privadas.
Deberían dejar este tipo de ciencia para fines médicos más saludables y beneficiosos para la vida de los seres humanos.
También aprovecho para denunciar el maltrato sistemático que reciben los animales en mataderos, granjas de crías y lugares por el estilo, donde verdaderamente el animal no tiene derechos y es desangrado y despellejado en vida bajo los efectos de drogas relajantes, o apiñados y cebados bajo métodos que podrían definirse de tortura. Es muy impactante de ver, aunque sin duda lo es más sufrirlo.
No digo que no comamos carne, pero respetemos la vida del animal y démosle una muerte justa y lo menos dolorosa posible.
AITOR RUIZ RICO 44489967-D EDUCACIÓN PARA LA SALUD 2º.EDU.INF.
La verdad es que todo lo que suena a “transgénico” suena mal. Yo no conocía mucho la práctica real de los transgénicos aquí. Creo que en el caso del salmón puede ser algo positivo. Pero creo que es algo que no sabremos a ciencia cierta si es positivo o no hasta dentro de bastantes años. Puede haber científicos demostrando tanto una cosa, como la contraria. Mi opinión está basada en que principalmente, pienso que en este tema lo que mueve son intereses comerciales, hacer dinero y ganarlo con mayor simpleza. El efecto para la salud…una incógnita.
Creo que a la gente le da bastante reparo el consumir este tipo de productos (cuando conocen que es transgénico, claro), y creo que es todavía mayor el reparo si se trata de un animal (salmón) que de una planta (soja).
A mi la idea del salmón transgénico no me gusta…
Manuel Borrajo Fernández
Resulta realmente alucinante la velocidad a la que avanza la ciencia. Hace un par de décadas atrás resultaría impensable pensar que a un alimento se les atribuyera un gen de otra especie con el objetivo de dotarle de alguna característica de la cual este alimento carece.
Esto podría resultar beneficioso, ya que dispondríamos durante todo el año de alimentos que años atrás sólo los habría en temporada. A pesar de que los transgénicos poseen diversas ventajas, también poseen ciertas desventajas como son: la ausencia de la biodiversidad, un mayor uso de productos tóxicos, sobre todo en el campo de la agricultura. Además, en mi humilde opinión, a lo mejor me equivoco, existe un desconocimiento si estas pequeñas mutaciones en los alimentos influirán negativamente en nuestra salud.
Es evidente que comer alimentos naturales, sin aditivos, resultan más beneficiosos para nuestra salud, puesto que no cuentan con pesticidas, ni aditivos que modifiquen las propiedades naturales de estos. Pero por otro lado el origen de los transgénicos se vinculó, en un principio, con la finalidad de erradicar el hambre en el mundo, pero es evidente que detrás de esta idea que es respaldada por laboratorios en los cuales se mueven millones de beneficios económicos y donde esta idea de combatir el hambre en el mundo se desplazó a un segundo plano.
Por eso no tengo a día de hoy si los transgénicos son malos o buenos. Lo único que a día de hoy que soy consciente que serán buenos o malos en función de uso que se le dé. Está comprobado que la ciencia intenta buscar información y tratar de colaborar para facilitar las cosas al ser humano, pero considero que lo natural es lo mejor, ya que no cuenta con ningún tipo de agente externo que contribuya a modificar las propiedades principales con las que cuentan los alimentos.
El pasado miércoles nuestra clase trató de alimentos transgénicos. Éstos son cualquier sustancia o producto destinado a ser ingerido por los seres humanos o con probabilidad razonable de serlo, tanto si han sido transformados entera o parcialmente como si no. A través de técnicas especializadas se inyecta un gen de otra especie en la natural para lograr en ésta alguna característica de la que carece.
El objetivo de manipular el salmón natural, es para conseguir que este pueda seguir creciendo, a pesar de la baja temperatura, que hay en las aguas en las que se mueve y para conseguir que este aumente de tamaño en un período de tiempo más corto, es decir, en un año en vez de tres.
En el caso del salmón transgénico, es un problema que preocupa, pues ¿qué pasaría si estos animales modificados genéticamente, se escapasen de sus piscifactorías y entrasen en contacto con las especies naturales? Según este artículo del periódico “El País”, lo que ocurriría es que estas especies naturales terminarían desapareciendo, con lo cual es un problema que afecta y modifica el curso del medio ambiente. Así, tenemos una razón para no querer alimentos transgénicos. Otra causa por la que no comparto la idea de alimentos transgénicos es por desconocer las causas que tiene sobre nuestra salud física, pues no sé si al consumirlo repercute negativamente sobre nuestra salud o no.
Considero que quedan muchas más investigaciones científicas que llevar a cabo, para conocer verdaderamente qué efectos negativos produce el consumo de cualquier tipo de alimentos transgénicos. En mi caso, prefiero esperar a conocerlas y evitar su consumo por ahora.
No conocemos exactamente cuáles son las consecuencias de ingerir alimentos transgénicos, pero sin lugar a dudas, mantenerse al margen de ellos es lo más recomendable pues las modificaciones genéticas que se llevan a cabo, evidentemente, no son algo natural y por lo cual el alimento queda alterado.
Hoy en día es muy difícil saber qué alimentos son los más beneficiosos para la salud, pero el análisis de ellos nunca viene mal. Es importante tener en cuenta que los alimentos no afectan a todos por igual y eso puede llegar a ser un problema con responsables.
Mi negativa hacia los alimentos transgénicos se sustenta en el rechazo que la población muestra hacia ellos constatando que no son necesarios.
Por último quiero destacar que la investigación en alimentos de este tipo no me resulta algo primordial ya que se podría invertir en otros que sí sabemos realmente que son buenos para la salud y que no provocarán problemas.
Es cierto que no debemos ser cerrados de mente y que debemos abrirnos a las nuevas investigaciones y avances de la ciencia, por que todos los avances de la ciencia nos ayudarán a mejorar y a facilitar aún más nuestras vidas.
Pero también es cierto que no es ético jugar a ser dioses, es decir, jugar con la naturaleza y modificarla a nuestro antojo. Debemos de dejar a la naturaleza seguir su curso intentando inteferir lo menos posible en ella.
También pienso, al igual que muchos de mis compañeros, que no sabemos que efectos secundarios o que mal puede hacer al cuerpo humano estos animales transgénicos y puede ser peligroso poner este producto en el mercado sin antes realizar las pruebas necesarias.
En mi opinión, debemos de estar abiertos a los nuevos avances de la ciencia siempre y cuando estos avances cumplan las normas estipuladas y no sean malos para nosotros.
Lo cierto es que no conozco muy bien este tema de los alimentos transgénicos, aunque cada vez se escuchan con mayor frecuencia en nuestra sociedad. Por lo menos me resulta curioso que se estén usando genes de otros peces para favorecer un mejor desarrollo del salmón y así tener este pez durante todo el año y no solo en las épcocas que le corresponde, pero ya sabemos que detrás de todo esto hay unos intereses comerciales que mueven el mundo a su antojo, y estos intereses parecen que están llegando al mundo de la alimentación. Lo que más me sorprendió de lo que se habló en el grupo mediano, fué de la cantidad de productos que provienen de EE.UU y que al no superar, creo que eran 0.9, no están obligados a poner en la etiqueta que es a base de productos transgénicos. Dicho esto, si el salmón transgénico pasa los controles oportunos y la ley lo permite por los motivos que sean, depende del consumidor el comprar este tipo de producto o no, lo que no me parece justo es que la sociedad no seas consciente de que otros muchos productos ( que compras pensando que no están alterados de alguna forma) en realidad si están elaborados a base de transgénicos pero la ley al no superar el 0.9 les permite no ponerlo en las etiquetas.
La ciencia avanza a pasos agigantados, y no es extraño que también se involucre en el campo de la alimentación. De esta mezcla salen los alimentos transgénicos, alimentos que contienen en su interior un gen que procede de otra especie y que favorece a su producción, su comercialización u otros aspectos.
Está claro que los avances son buenos, pero debemos de saber en qué punto se debe parar, puesto que acabaremos comiendo alimentos totalmente artificiales. Creo que la ciencia puede ayudar muchísimo en el campo de la alimentación puesto que hay avances que favorecen a la sociedad, pero deberíamos de establecer un límite. Da miedo ver la foto que pudimos observar en la clase del pasado miércoles en clase de un salmón transgénico, su tamaño era desorbitado en comparación con un salmón normal.
Como bien han dicho otros compañeros, estos avances que están cada vez más a la orden del día, no podemos saber todavía si son perjudiciales o no. Debemos de andar con mucho cuidado, puesto que estamos jugando con nuestra propia salud, nosotros mismos somos los que ingerimos alimentos transgénicos y puede que muchas veces sin ni siquiera saberlo. Personalmente no sabía que el maíz era transgénico por ejemplo. Y como dijo la profesora en varias clases, las productoras de estos alimentos no están obligadas a poner en sus etiquetas que cierto alimento contiene productos transgénicos si no superan un porcentaje establecido, lo cual puede ser muy perjudicial ya que, como comentaba la profesora, si un producto contiene cacahuetes transgénicos y el producto viene de EEUU y el porcentaje es inferior al que establecen para que sea reflejado en las etiquetas, a muchísimas personas les podría ocasionar una reacción alérgica y, poniéndonos en el peor de los casos, la muerte.
Creo que el campo de los alimentos transgénicos es un campo que todavía se debería de trabajar y estudiar sus repercusiones a largo plazo en la salud y en el medioambiente, jugamos con nuestro ecosistema y nuestra salud, no es algo que se pueda tomar a la ligera.
Es muy importante estar informado sobre cualquier alimento que ingerimos. Por eso, todo el mundo se debería preocupar por saber lo que come.
Los alimentos transgénicos no creo que sean tan necesarios. Además, pueden producir graves problemas, si estos peces o cualquier planta transgénica, se lleva al medio natural porque podrían dañar a los demás animales o plantas que nacen sin ninguna modificación.
Claramente, pienso que son mejores los alimentos ecológicos. Si una persona tiene la posibilidad de cuidar animales y todo tipo de legumbres, hortalizas…que lo haga ya que así podrá comer de forma mucho más sana.
Interesante el dato de que la mayoría de los ciudadanos no queremos en este caso este salmón transgénico, pero se puede aplicar al resto de alimentos modificados. Entonces si la mayoría no los quiere, pocos consumidores los van a comprar… Esto conlleva a gastar dinero para tanto la investigación como la creación de estos alimentos de una forma innecesaria.
Después de haber leído esta noticia sobre el salmón transgénico y de escuchar en el aula la información sobre este tipo de alimento me ha parecido muy interesante tratar este tema.
En mi opinión, pienso que el consumo de este tipo de alimento no es muy adecuado, y como bien dice la noticia “El 61% de europeos rechaza este tipo de alimentos modificados” yo soy una de esas personas. Pienso que estos alimentos no estan investigados del todo para saber si su consumo nos afectará negativamente con el paso del tiempo a nuestro organismo. No obstante, debo admitir, que al igual que el producto del que estamos a hablar podemos decir que existen otros como el trigo que también es un alimento transgénico . este alimento, puede ser más accesible en nuestra vida y lo podemos comer, aunque yo sigo pensando que no se debería comer., o por lo menos no hacer por costumbre este tipo de alimentación transgénica.
Además, otra contrariedad que veo en este tipo de alimentos es el efecto negativo que provoca en el medio ambiente. Provocando incluso la desaparición de los productos similares pero que no son transgénicos.
Por todo esto, puedo decir que yo no estoy de acuerdo con estos alimentos y soy partidaria de que cuanto menos aparezca en mi alimentación mejor.
El tema de los transgénicos da mucho para debatir. Está bien la idea de los alimentos transgénicos para abastecer a la gran cantidad de población mundial o para contribuir a una buena salud (alimentos transgénicos más bajos en grasas saturadas, por ejemplo).Pero yo creo que todo esto se es guiado principalmente por fines económicos. Y una de las cosas que más me preocupa es el tremendo impacto ecológico que puede causar, como se dice en el artículo. Para mí los mejores son los alimentos naturales, y debe dejarse que la naturaleza siga su curso. En este caso, si no hay salmón transgénico pues tendríamos que espera a que el salmón natural crezca a su ritmo y comer en su lugar otros tipos de pescado. Es verdad que la ciencia ha avanzado mucho y nos ha hecho la vida más fácil; y aún sigue. Pero hay temas más importantes en los que debería investigar, como el de las enfermedades o el medio ambiente.
Ante todo la naturaleza estaba antes que el hombre y es muy importante para la vida. Los seres humanos debemos respetarla y no venir simplemente a satisfacer nuestros caprichos sin importarnos el impacto ecológico que causemos.
Con este tema de los alimentos transgénicos me vino a la cabeza el problema de la empresa Monsanto y sus productos transgénicos, un asunto que abordé en bachiller con mi profesora de biología. Monsanto es una empresa proveedora de productos químicos para la agricultura, la mayoría herbicidas y transgénicos. Como he visto en un documental, esta compañía genera polémicas alrededor del mundo, pues ha recibido numerosas denuncias sobre perjuicios a la salud, impactos ambientales negativos y el desconocimiento acerca de los efectos que podría producir la alteración genética de los alimentos. Incluso hay investigaciones en las que se ha demostrado que los alimentos genéticamente modificados de Monsanto pueden conducir a graves problemas de salud, como el desarrollo de tumores cancerígenos y defectos congénitos.
La ciencia avanza a pasos gigantescos en todos los campos, el de la alimentación no iba a ser menos. Los alimentos transgénicos son aquellos que incluyen un gen de otra especie. Gracias a la biotecnología se puede transferir un gen de un organismo a otro para dotarle de alguna cualidad especial de la que carece. De este modo, como se explicó en clase, las plantas transgénicas pueden resistir plagas, aguantar mejor las sequías, o resistir mejor algunos herbicidas.
Los transgénicos, desde su nacimiento, han suscitado mucha polémica. Por ejemplo la Campaña contra los Transgénicos de Greenpeace en España, cree que la agricultura industrial, la que actualmente se nos vende como aquella que produce alimentos para toda la humanidad, desgraciadamente, está produciendo también muchísimos daños irreversibles. Esta campaña no está en contra de la ciencia del futuro sino en contra de que los transgénicos acaben con el medio ambiente y con nuestra salud, ya que no sabemos cómo afectan a nuestro organismo.
Otro factor por el que están en contra es que los riesgos sanitarios no están evaluados por lo que sea cual sea la elección final del consumidor, no está de más saber qué productos contienen organismos modificados genéticamente. Con este objetivo, Greenpeace ha elaborado la "Guía roja y verde de alimentos transgénicos ,es decir, una Guía en la que aparecen dos listas de marcas, productos y fabricantes, situados en Rojo o en Verde en función de su política en materia de transgénicos.
En mi opinión deberíamos estar a alerta con estos productos ya que si son capaces de modificar sus genes, ¿qué nos garantiza a nosotros que no modificarán los nuestros si consumimos tales alimentos?
Primeramente, he de decir que no conocía muy bien el proceso o creación más bien de los transgénicos. Después de presenciar la clase magistral, he de decir que no era muy partidaria de probar estos nuevos productos, pero viendo que nos pueden favorecer y ayudar en nuestra alimentación en muchos aspectos le podría dar un voto de confianza a estos productos.
En este caso, el País habla del salmón transgénico, salmón que ha sido modificado a través de unas hormonas de crecimiento. El resultado es un salmón atlántico que crece el doble de rápido que su versión natural. No es un salmón gigante, sino que tarda un año y medio (en vez de tres años) en alcanzar el tamaño típico de explotación comercial.
Analizando esto, es favorable para el consumo, para los mercados y también para el ecosistema, que renueva su población de salmones con mayor rapidez.
Estoy a favor de estas nuevas propuestas siempre y cuando hayan sido testadas científicamente por expertos que nos aseguren que no es dañino para nuestra salud ni que nos va a traer consecuencias a la larga.
Interesante artículo sobre los alimentos transgénicos. No sé mucho sobre este tema pero personalmente no estoy a favor de los alimentos transgénicos, puesto que considero que se pueden obtener alimentos de forma natural sin tener que recurrir a este tipo de alteraciones. Además, no conocemos los daños que estos alimentos pueden ocasionar a nuestro organismo. ¿QUE RIESGOS TIENE CONSUMIR ALIMENTOS TRANSGÉNICOS PARA NUESTRA SALUD?
También he escuchado que con el cultivo de estos alimentos se podría acabar con el HAMBRE en el MUNDO, pero sabemos que esto NO SUCEDERÁ, porque, como siempre, están por medio los puñeteros INTERESES ECONÓMICOS.
Como todos mis compañeros, conozco muy poco sobre los transgénicos y por lo tanto, opinar por opinar no me gusta.
Con lo que se explicó el otro día en clase puedo decir casi lo mismo que todos, que puede que el riesgo para nuestra salud no exista y sea mínimo y sinceramente, con toda la basura que comemos, no se por qué preocupa tanto lo de los transgénicos si luego vamos a cenar a Mc Donals.
Por otro lado, creo que la naturaleza sigue su curso y que las modificaciones genéticas que busca la ciencia responden a un estilo de vida que no se adecua a la naturaleza. Ese es el problema. Queremos salmón pero somos tantos para comer salmón que necesitamos que crezca más rápido.
Además, si ese salmón llega a su hábitat natural y sale de las piscifactorías, ¿Qué pasa? ¿Tendrá algún depredador natural? Así pasará con todos los trangénicos, que irán contribuyendo a la exitnción de especies porque solo cultivaremos las que mejor nos vengan.
Y por último tengo que decir que además de por razones medioambientales, si tenemos que comprar semillas transgénicas a una empresa en la que está involucrada Bush, yo no los quiero.
Se supone que los alimentos transgénicos no son perjudiciales para la salud, así nos lo dicen los científicos ocupados de realizar este proceso de cruce entre dos especies. Lo que sucede es que también es algo reciente y todavía no sabemos las consecuencias que podría haber en nuestro organismo y en el medio ambiente, si terminamos aceptando el salmón transgénico.
Habría que añadir que las personas tenemos bastante miedo a lo desconocido. Y en este caso, con los productos transgénicos se ha avanzado mucho con sus investigaciones y, al mismo tiempo, todavía queda mucho por saber.
También se sabe que los productos elaborados, con altas cantidades de grasas, la bollería industrial, etc. Son perjudiciales para la salud, y se siguen consumiendo. La conclusión a la que podemos llegar, es que al final hacemos lo que nos da la gana, y si no sabemos que el salmón es transgénico estaría delicioso y si lo sabemos se diría que es un asco.
Si al final se comercializa este producto, en primer lugar, me parecería imprescindible que el consumidor sepa que el producto que va a consumir es transgénico. En segundo lugar, habría que observar minuciosamente, si realmente la producción de este pez, tiene consecuencias para el medio ambiente y para el consumo humano.
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