martes, 10 de diciembre de 2013

Susana nos recomienda un precioso cuento

8 comentarios:

Isabel Rodríguez Martínez dijo...

Ya conocía este cuento y alguna otra versión del mismo. Me parece un cuento sencillo que explica claramente que no todos somos iguales por fuera, pero si que somos iguales en derechos y nadie debe cambiar para adaptarse a la mayoría.
Cada persona es importante y única y cuenta por separado.
Si la mayoría de los "redonditos" caben por la puerta y el "cuadradito" se queda fuera es lógico que hay que adaptar una puerta para que cuadradito pueda vivir en sociedad con el resto de personas, no excluirle por el hecho de ser diferente y mucho menos pretender que cambie.
Me encanta la sencillez del cuento porque con unos cuadrados y unos círculos hacen un cuento que explica a la perfección el mensaje de tolerancia y respeto para todas las personas, sean como sean.

Indiana Rincon dijo...

Es un cuento que refleja claramente el problema principal de las escuelas y la única respuesta capaz solventar esta dificultad. Hoy en día las escuelas tiene una filosofía integradora, es decir, sólo integran a los alumnos en un aula en lugar de incluirlos, de hacerlos partes del grupo clase. No son capaces de adaptar su proceso educativo a los alumnos diferentes al resto ya que no cumplen con los objetivos planteados previamente. La mejor solución es adaptar las distintas respuestas educativas a los alumnos, es decir, crear unos conocimientos adecuados para todos, donde todos puedan participar de manera equitativa. Una educación justa para todos evitando las exclusiones.

Profe Manu dijo...

Este cuento no lo conocía. Me ha gustado mucho, ya que trabaja la igualdad, el respeto a los que son diferentes, de una forma natural, en la que cualquier escolar puede entender perfectamente el mensaje que se quiere transmitir, ya que es una historia muy sencilla y sobre todo gráfica. El tema de la inclusión es fundamental en nuestras aulas, ya que este trabajo no solo servirá por el bien de las personas que tienen una condición diferenciadora, si no que le servirá de aprendizaje a todos y todas nuestro alumnado, favoreciendo la diversidad el aprendizaje, para lo cual es necesario replantearnos todo lo que se he hecho y lo que se está haciendo en la educación hoy en día.

Manuel Borrajo Fernández

Lucia D d dijo...

Me ha encantado este cuento. Es admirable que con algo tan sencillo como son los unos círculos y un cuadrado, trate tan bien algo tan importante en educación y a la vez tan difícil de llevar a cabo correctamente como es la inclusión.
La puerta en forma de círculo podría representar unas escaleras o un centro sin acceso para minusválidos y Cuadradito un niño con algún tipo de minusvalía.
Aunque considero que la mejor comparación sería comparar a Cuadradito con un alumno con necesidades educativas especiales, la puerta con un currículum cerrado y los círculos con el resto de alumnado, profesorado y sociedad en general.
Como bien se refleja en el momento en el que los Circulitos quieren cortarle las esquinas a cuadradito, la existencia de un currículum cerrado hace que tendamos a la homogeneización de los alumnos, poniendo un currículum común para todos sin tener en cuenta sus características y necesidades individuales.
La solución a la que se llega al final representa, para mí, la flexibilización y adapatación del alumno, para adaptarlo a los alumnos con N.E.E. y hacerlo accesible para todos (de modo que lo ideal sería un mismo currículum, pero flexible y abierto para todo el alumnado). No habiendo así, discriminación por ser diferente o presentar unas necesidades concretas y pudiendo llevar a cabo no solo la integración de los alumnos, sino su inclusión.

Unknown dijo...

Me gusta mucho este cuento, nunca lo había visto. Sería perfecto mostrarlo en un aula de infantil ya que refleja uno de los temas más importantes de cualquier centro y aula.
Todos somos diferentes y no tenemos que ser como la mayoría, por eso no nos tenemos que adaptar ya que cada uno tenemos nuestra esencia. Por eso, lo que se debe adaptar si es necesario es el centro y toda la organización y medios que sean necesarios para la inclusión perfecta de todos los integrantes de un colegio.
Este video refleja todo lo anterior de una forma muy sencilla y los niños lo entenderían muy bien. Así también desarrollaríamos el aceptar a todos porque no son unos más que otros sino que todos somos diferentes pero con igualdad de derechos y oportunidades. A nadie le gustaría que lo rechazaran por algún déficit físico o psíquico.
Nuestra misión como docentes es intentar que todos sean felices y que puedan valorar a todo el mundo respetando sus deficiencias y orgulleciendo de sus cosas buenas.

Unknown dijo...

Nunca había visto este cuento. La verdad me parece una manera muy sencilla de explicar que todo el mundo tiene los mismos derechos a pesar de las características que lo hacen diferentes de los demás. Es un cuento diferente ya que los protagonistas no son niños, animales... son formas geométricas. Pero me ha gustado mucho como vemos que la solución al problema de los protagonistas no es cambiar a la forma geométrica que es diferente a las demás sino que es modificar la puerta y adaptarla al cuadrado. Esto nos hace ver que en las escuelas y en la vida real debemos hacer los mismo, no son las personas diferentes las que tienen que cambiar sino que es la escuela, la sociedad, la vida en si la que tiene que cambiar y modificarse.

Rebeca Diz Queija dijo...

Me parece un cuento muy adecuado para tratar el tema de la inclusión en educación infantil, un tema importantísimo en las aulas. Hace tiempo recomendé un vídeo a mis compañeros de un niño discapacitado al que todos sus compañeros adoraban, "Super Antonio". En este caso, nosotros, como futuros docentes de educación infantil, creo que tenemos un papel muy importante ene nuestro futuro que es trabajar estos temas en el aula: el tema de que todos somos diferentes pero a la vez iguales. Luchar por que los niños mantengan su bueno corazón, limpio de los prejuicios de la sociedad y traten a todos de igual forma. De este modo también tenemos que ayudarlos a que se conviertan en personas autónomas y capaces de decidir por si mismos sin dejarse llevar por las actitudes racistas y excluyentes con las que van a tener que convivir en el día a día.

Unknown dijo...

El cuento presentado por Susana es estupendo. Sin duda su simplicidad lo hace todavía más interesante y eso lo hace, además, fácil de escenificar en el aula. Es evidente que todos somos distintos, y los niños deben darse cuenta que debemos serlo, no podemos ser una fotocopia de otro. Cada ser humano tiene cualidades distintas y debe conocerlas, al igual que debe conocer sus límites. No debemos intentar que todos sean iguales, como profesores de Infantil tenemos que promover la diversidad en las aulas y enriquecernos con ella. Conocer distintas culturas o conductas nos permite desarrollar la empatía y nos hace ser más humanos y tolerantes. Debemos promover la inclusión en las aulas, dejando atrás aquellas barreras u obstáculos. Estos, en el cuento aparecen representados por la puerta y es lo que debemos cambiar, pero en ningún caso tenemos la necesidad de cambiar a los alumnos, debemos dejar que crezcan y desarrollen su personalidad en el ambiente más adecuando posible, y nosotros somos responsables de ello.

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